Mario Duarte es un pintor de gran prestigio que afronta ya sus últimos años de vida. Un buen día se percata de que, tras su muerte, toda su obra quedará en manos ajenas, sin que él pueda hacer nada al respecto. Sí, porque a pesar de que sabe que volverá a reencarnarse, y que incluso puede que recuerde su vida pasada, no tendrá derecho a reclamar nada de lo que una vez creó. Se quedaría observando con impotencia cómo otros se hacen millonarios a su costa. Por este motivo, urde una suerte de estrategia para recuperar su antigua gloria de artista a través de la creación de una misteriosa Fundación destinada a buscar su reencarnación. Así, como si de un dalai lama se tratara, se le reconocería como al que una vez fue para que toda su obra, y el prestigio que comporta, vuelva a ser suya.
Con ese propósito, no duda en buscar a las reencarnaciones de grandes artistas como Vincent van Gogh y John Kennedy Toole para que arrimen el hombro en esta curiosa causa. Estos son algunos de los personajes que desfilarán por esta novela para exigir que el mundo les repare por la tremenda injusticia que un día se cometió contra ellos, pues nunca se reconoció su talento en vida. ¿Lo conseguirán ahora? No obstante, siempre hay secretos que pueden echar al traste la misión.
Una novela original, dotada de todo lo necesario para invitarnos a reflexionar acerca de nuestros propios anhelos, al tiempo que la hilaridad corre de cuenta de esta estrambótica historia que podría perfectamente estar basada en hechos reales, ¿o no?