Lola Vendetta se ha volcado con tanta pasión en la defensa de la revolución femenina y la apuesta por una nueva masculinidad que no se dio cuenta de que en su interior se estaba gestando otra revolución. Su cuerpo y su mente, hartos de que los ignore, se han amotinado y amenazan con el colapso. Para colmo, su idea del amor se está resquebrajando. Todo la empuja a tomarse un respiro en el campo, pero ella aún no imagina las consecuencias de tener al fin una habitación propia (con wifi, eso sí): la eclosión de una nueva Lola Vendetta, libre y ecofeminista